ZAPATOS DE CRISTAL
La morena de la cafetería se llama Alicia. Además de un culo prieto que no deja marcas de ropa interior en sus pantalones tiene un hijo, un marido al que adora, muchos años de hipoteca y un piso en Chamberí. No me lo contó aquel martes que pensaba abordarla, ni siquiera ese viernes en el que nunca llegue a quedar con ella. Una semana más tarde de lo previsto llegó ese cruce de miradas. Una sonrisa tímida. Un osado “hoy has llegado tarde” cuando el reloj marcaba las 10:45 y ella cruzaba la puerta. Los comentarios de barra mutaron en confidencias de mesa. Las tímidas sonrisas en carcajadas que despertaban la envidia de los parroquianos del bar. Los cafés de dos tragos, en largos minutos de cómplice conversación. El solitario cigarrillo, en dos. Mi interés por ella,… en ganas de más. Su atractivo ganaba en las distancias cortas. Arrebatadoramente espontánea y natural, desarmaba involuntariamente con su sonrisa para castigar furtivamente con la negrura de sus ojos. En citas matutinas de quince minutos diarios de lunes a viernes descubrí a una Alicia volcada en su familia, atenta madre, amante fiel de su esposo y profesional comprometida con su trabajo de secretaria en un bufete de abogados con & entre los apellidos y placa en el portal. También comprobé que hay mujeres que son demasiado buenas para uno, que no se pueden tener a todas las morenas que se desean y que aún pueden iluminarse los ojos de alguien al hablar de otra persona. Que nunca eres tú. Que nunca soy yo. Y que lo único que podemos hacer entonces es jodernos. Y envidiar al afortunado marido de la Alicia de turno.
Ximena apareció de nuevo por sorpresa en mi vida para poner cal en la arena de Alicia. He seguido saliendo algunas noches con Carla para quedarme una y otra vez a las puertas de su casa. Con el sabor de sus labios. Con cara de tonto. Con la rabia del “otra vez”. Con la automentira del “nunca más”. Hace dos semanas quedamos el viernes por la noche para cenar. Las copas vendrían después. Me equivocaba. Carla trabajaba al día siguiente y a las doce pretendía estar en casa. Incrédulo y sorprendido busqué inútilmente en sus pies los zapatos de cristal. Ante y tacón. Wagaboo, como siempre, lleno. A su capricho de ensalada Tabulé se unió mi pereza por no buscar otro sitio y decidimos esperar. Pasamos los 40 minutos de rigor tomando una copa de vino blanco en La Bardemcilla. Justo antes de pedir la segunda sonó mi teléfono. En la pantalla un parpadeante –Xime- precedía al -¿Contestar?-. Tras el pertinente “Ahora vuelvo” me abrí paso entre la gente para salir a la calle y aceptar la llamada. “¿Sorprendido?”. Me preguntaba al otro lado una voz muy familiar.
La primera vez que vi a Ximena estaba desnuda. O casi. Luego fui yo quien la desnudo muchas más veces. Compañeros de facultad que no de profesión, me colé en su cama casi tantas veces como ella en la mía para escapar de un amanecer que pretendíamos nunca llegase para evitar que se fuera nuestra cómplice oscuridad. Nos regalamos tiempo, sobre todo tiempo. Las caricias nos las robábamos y los besos nos los arrancábamos con pasión veinteañera. Conocía su cuerpo como ella el mío. Disfrutaba de él. Ella disfrutaba de mí. Las noches se convertían en semanas y las clases en un eterno “mañana vamos” que nunca se cumplía.
Sin quererlo nos hicimos mayores. El periodismo la alejó de mí y otras mujeres me alejaron de ella durante todos estos años. Ahora estaba de vuelta en Madrid. Quería que nos viéramos esa noche. Y a las doce sonaban las campanadas para Cenicienta.
La morena de la cafetería se llama Alicia. Además de un culo prieto que no deja marcas de ropa interior en sus pantalones tiene un hijo, un marido al que adora, muchos años de hipoteca y un piso en Chamberí. No me lo contó aquel martes que pensaba abordarla, ni siquiera ese viernes en el que nunca llegue a quedar con ella. Una semana más tarde de lo previsto llegó ese cruce de miradas. Una sonrisa tímida. Un osado “hoy has llegado tarde” cuando el reloj marcaba las 10:45 y ella cruzaba la puerta. Los comentarios de barra mutaron en confidencias de mesa. Las tímidas sonrisas en carcajadas que despertaban la envidia de los parroquianos del bar. Los cafés de dos tragos, en largos minutos de cómplice conversación. El solitario cigarrillo, en dos. Mi interés por ella,… en ganas de más. Su atractivo ganaba en las distancias cortas. Arrebatadoramente espontánea y natural, desarmaba involuntariamente con su sonrisa para castigar furtivamente con la negrura de sus ojos. En citas matutinas de quince minutos diarios de lunes a viernes descubrí a una Alicia volcada en su familia, atenta madre, amante fiel de su esposo y profesional comprometida con su trabajo de secretaria en un bufete de abogados con & entre los apellidos y placa en el portal. También comprobé que hay mujeres que son demasiado buenas para uno, que no se pueden tener a todas las morenas que se desean y que aún pueden iluminarse los ojos de alguien al hablar de otra persona. Que nunca eres tú. Que nunca soy yo. Y que lo único que podemos hacer entonces es jodernos. Y envidiar al afortunado marido de la Alicia de turno.
Ximena apareció de nuevo por sorpresa en mi vida para poner cal en la arena de Alicia. He seguido saliendo algunas noches con Carla para quedarme una y otra vez a las puertas de su casa. Con el sabor de sus labios. Con cara de tonto. Con la rabia del “otra vez”. Con la automentira del “nunca más”. Hace dos semanas quedamos el viernes por la noche para cenar. Las copas vendrían después. Me equivocaba. Carla trabajaba al día siguiente y a las doce pretendía estar en casa. Incrédulo y sorprendido busqué inútilmente en sus pies los zapatos de cristal. Ante y tacón. Wagaboo, como siempre, lleno. A su capricho de ensalada Tabulé se unió mi pereza por no buscar otro sitio y decidimos esperar. Pasamos los 40 minutos de rigor tomando una copa de vino blanco en La Bardemcilla. Justo antes de pedir la segunda sonó mi teléfono. En la pantalla un parpadeante –Xime- precedía al -¿Contestar?-. Tras el pertinente “Ahora vuelvo” me abrí paso entre la gente para salir a la calle y aceptar la llamada. “¿Sorprendido?”. Me preguntaba al otro lado una voz muy familiar.
La primera vez que vi a Ximena estaba desnuda. O casi. Luego fui yo quien la desnudo muchas más veces. Compañeros de facultad que no de profesión, me colé en su cama casi tantas veces como ella en la mía para escapar de un amanecer que pretendíamos nunca llegase para evitar que se fuera nuestra cómplice oscuridad. Nos regalamos tiempo, sobre todo tiempo. Las caricias nos las robábamos y los besos nos los arrancábamos con pasión veinteañera. Conocía su cuerpo como ella el mío. Disfrutaba de él. Ella disfrutaba de mí. Las noches se convertían en semanas y las clases en un eterno “mañana vamos” que nunca se cumplía.
Sin quererlo nos hicimos mayores. El periodismo la alejó de mí y otras mujeres me alejaron de ella durante todos estos años. Ahora estaba de vuelta en Madrid. Quería que nos viéramos esa noche. Y a las doce sonaban las campanadas para Cenicienta.
79 comentarios:
¡Aleluya! Se hizo la luz para dejarnos detrás más oscuridad porque veo que lo haces a propósito, eso de mostrar el caramelo para después esconderlo... Deseo que nuestra próxima cita no se presente tan tardía... A los lectores no se les deba tratar así...
Un saludo
parece q despertaste :)
¿Lo q acaba como un cuento se acaba convirtiendo en uno? sto es q cualquier parecido con la realidad....
Ximena..esta bien rescatar antiguos rollos, ganan con el tiempo (la mayoria)
Zapatos de cristal... y la miel en los labios...
inquietantemente extraordinario, como siempre,... aunque esta vez algo parco en detalles y menos descriptivo...
Vamos nene! puedes hacerlo mejor...
Quimera.
http://verbosidad.blogspot.com/
Pues a mí me parece cojonudo. Lástima lo de la morena. Carla acabará cayendo y Ximena seguro que no llama para recordar viejos tiempos. O sí. Pero para recordarlos del todo.
No existes
no está mal comprobar de vez en cuando que sigue habiendo gente como Alicia por el mundo... porque si estás bien con tu pareja, para qué buscar algo fuera de ella? En cuanto a Carla, me parece que está tensando la cuerda en exceso. Está cruzando la línea que separa la seducción de la rutina.
El problema de tener un blog tan interesante es que a veces la vida diaria no está a la altura, no?
Bienvenido ¿Pete?.
Un placer leerte, como siempre, tanto si existes como si no.
Si eres real...que tengas toda la suerte que quieras con ximena...y si no lo eres...o sois varios...gracias por entretener mi vida con tus/vuestros relatos.
Besos!!!!!
Demasiados detalles y demasiados sitios verídicos para no existir como dicen algunos.
Pues animo con Carla y Ximena,aunque me da a mí que no diras que no a ninguna de las dos....
A cuidarse.
Pues parece que a Cenicienta le va a salir mal el cuento. Una cosa es hacerse un poco la interesante y otra cosa es ser una calientap*llas...
Mucha suerte con Ximena, aunque no esperes que sea todo como antes, nunca lo es...será mejor o peor, pero nunca igual.
1 beso
hijo que alegria ... que ganitas de tener unos 15 días como los tuyos!!!!
Siento haber tenido razón...pero Ximena promete..
Besitos
P. cariño...la historia de Alicia ya la conocía..pero el resto..?no dejas de sorprenderme con tus pasiones fugaces....y pretendes añadirme a mi a la lista? mmm...no creo que me deje... ;)
Tomar una copa contigo tiene bastante peligro...
No hemos vuelto a hablar...
Kisses4u
Me gusta Alicia... Deberías buscar una Alicia tuya... Y dejarte ya de Carlas.
Gracias por acordarte de mi.
Un besito dulce.
A ver si esta no es la Cenicienta que encaja en el zapato que tienes en el bolsillo...
para todo lo demás: Martercard.
Besitos encanto.
Le lei hace algún tiempo y me alegro de volver a hacerlo. Madrid es un sitio muy pequeño. Usted y sus historias me resultan familiares.
Que tenga buena semana.
nos cae vien alicia.
i hesta claro... a las doce, con ximena. i tan pichi!!!
vesis de fresa
Alicia vive en "el pais de las maravillas" y está como quiere estar. Demostraste verdadero interés por enterarte de todo...
Unas risas matutinas siempre hacen el día más llevadero.
El cuento de Cenicienta me gusta menos, muy sosa ella, no?
Ximena es una historia conocida lo que aporta interés en el reencuentro después de tiempo. El pasado con ella, según cuentas, añade cierto morbo.
Ya pasaré a enterarme de tu cita, pero no tardes tanto, jeje
Un saludo
DIOSSS... si te comente hace siglos(un par de ellos o quince fijo). Me alegra verte .
Aun pueden iluminarse los ojos de alguien hablando de otra persona ...que nunca eres tu , que nunca soy yo.
(¿y tu que sabes de lo que alguien esta hablando por ahi de ti..?
Besos
Pete querido... nada como una agenda bien nutrida a la que sacar brillo haciendo relevos providenciales...
te dejo unos besos regados en el filo de una copa pendiente...
Menos mal que has vuelto a aparecer que nos tenías de lo más intrigados con la historia de la chica del bar.....eso No se hace de hacerse esperar tanto tiempo. Espero que ahora no tardes tanto en seguir contando.
Besos.
gracias por tu comentario
Cruza los dedos para que me den ese trabajo... si no vas a tenerlo dificil XDDD
Ya era hora! Cada vez actualizas menos a menudo, con lo bien que lo haces y lo interesante que es tu vida :p
Saludos
he aquí mi huella:
magistral...escribes muy bien, aunque eso ya lo debes saber, sobretodo me gusta el ritmo q le das al escrito.
Y la historia también es interesting hehehe!
Eres un chico valiente me temo.
Besos
Me gusta el concepto etéreo de los zapatos de cristal : es una buena antesala narrativa como quimera de un brillo que no llega.
Balzac escribió algo muy parecido.
Adicionalmente, y a quien temo pueda leerme : doy fé de que tú no eres yo, y que yo no soy tú. En términos de Blog : Y de padrinazgo : quiero decir
Un atento y cordial saludo
Art_Alegoria
Vaya te había perdido la pista. Te encontré otra vez.
No paras, chaval... Y lo cuentas muy bien!
Un beso.
Que sorpresón.. por fin te vemos de nuevo por aquí, y otra vez entre faldas liado, di que si.. que al final son dos días.
Muchos besos.
Qué cabrón eres, Pete Vicetown, sabes porqué se que tienes texto nuevo??? Porque cada vez que te cuelgas uno pasas por mi blog y me pones unas letras. Y entonces, sólo entonces, es cuando se, y de sobra, que te has colgado algo.
Impresionante el ritmo, impresionante Alicia, pocas como ella quedan en este mundo, e impresionante la del zapato de cristal, que es como mi barman, siempre anda uno mirando sus zapatos a ver si son de cristal, porque, coño, a las doce se nos piran.
Creo que tiene usted que buscar nuevas sujetas, regentar nuevos bares, sentir nuevas emociones con las novedades que le vengan... Y sobre todo, experimentar sensaciones y transcribirlas aquí, es un lujo oirlas. Lo siento, no le veo yo a usted muy emocionado ni con Ximena, ni con Carla. Ximena huele a pasado recalentado, y Carla a calientapollas que quiere cazarle a base de matarle a erecciones varias delante de la puerta de su casa. Perdone la frase, que yo no soy tan vulgar, pero es que a mi me parece penoso actuar de esa manera, para eso que no quede, y si queda, con un par, o dejando las cosas claras para que usted se vaya buscando otras sábanas de seda, o lo que le apetezca. Y pase mas a visitarme, y cuélese algún día en el Marula, en la latina, quizás podamos compartir bailes, que yo bailo sin parar, y vidas a ritmo de funky.
Un brindís por Alicia, pocas como ella quedan.
Pete, no me he arrepentido de nada, sólo es que lo reedité porque había algunas palabras con letras de mas, mi puta visceralidad... escríbeme, se que ya no saldrá igual, se que ya no será lo mismo, pero me consolará. Y dará pie a seguir conociendo al señor de las letras mágicas, al que suena mejor que la última canción de funky que oí en el Marula, al orador de la calle, pero de la calle Serrano.
Sí, tu prueba, eso ya está listo, y colgado.
bss
Hola Pete,
encantada de haberte conocido, por lo que leo andas buscando un romance con algo de sentido, es difícil, pero si no se busca no se encuentra.
Envidio a Alicia, destesto a Carla y me intriga Ximena, ya nos contarás.
Gracias por pasar por mi casa virtual, espero que sigamos encontrándonos.
Besos
Algo dejaron Alicia, Ximena y Carla en tí, cada una en su manera e intesidad. Es bueno tener historias que aunque acabaran, terminan con cariño y siempre queda una puerta que se puede volver a cruzar. O no.
Interesante blog, volveré no lo dudes. Un abrazo.
No siempre es bueno pensar que las puertas que se cierran pueden volver a abrirse... Parece que sólo Pete conoce el secreto de la llave mágica que reabre viejas puertas y heridas ya cicatrizadas.
¿por que dices que envidias a wa.?
de todas formas puede ser normal... depende de lo que envidies...
un beso
Bueno... parece que todo encaja. Esta vez dejarías a Carla en la puerta de su casa pero más con cara de astuto que de tonto. A partir de las doce se puede ser otra persona.
Es dolorosamente necesario mezclar arena y cal.
la 1ª vez que subí a su apartamento estaba desnudo. O casi. Sólo una toalla de manos débilmente anudada en su cintura.
- Me estaba duchando, llegas pronto, no?
- No
- Te esperaba un cuarto de hora más tarde, no me has dado tiempo a vest...
- Mentiroso
- (...)
(Era mentira)
Pues lo de Ximena pinta bien... los antígüos rolletes suelen ser divertidos cuando pasa un tiempo sin verse, me da que el próximo post será interesante. Estaremos atentos. Salud!
Gracias por desvirgar mi blog. En esta ocasión el placer ha sido mio.
Por fin una primera vez no resultó traumática. Yo también intuyo que compartimos mucho...
Y eso, sinceramente, me hace sentir orgulloso.
Un saludo Pete.
Quimera
Es la primera vez que leo tu blog y he de decirte que me encanta tu forma de escribir.
Te has ganado una lextora más!!
Un muxu
Acabo de descubrirte y me gusta lo que he encontrado...si me lo permites, seguiré por aquí...
Veo que tengo mucho por leer, me pongo al día y te comento.
Besos
Para variar Pete me dejas con las ansias del próximo post, para saber que sucederá en ese reencuentro...pero cuidado los zapatos de cristal tal vez están demasiado usados ahora...
SL2
con esta fusion de blog ..a veces posteo y no aparece..otras se repite como 10 veces :S
en fin , solo te decía que veo que has ganado vari@s nuev@ lector@s, pues me incluyo tambien ..
Me gusta. Pero mi Lisboa no era ninguna Lisboa. Además quiso llamarse Madrid. Era tu ciudad.
anda mira quien llego...humm me ha gustado eso que has puesto que hay mujeres demasiado buenas para algunos...te he notado tierno en este post me ha gustado mucho te mando besos
PASABA A SALUDARTE Y DESEARTE UN FELIZ DICIEMBRE
ABRAZOS
ANDREA
Zapatos de cristal....mmmm....eso debe ser tú tienes que tener los zapatos mágicos que hacen que las mujeres caminen hacia ti....con ese paso firme de una mirada, con ese brillo decidido del cristal, con la única pretensión de esas cenizas que dan calor.
Sobre todo me gusto tu manera de narrarlo. Llegue aquí por casualidad y seguramente seguire curioseandote ^^
Hola!
Gracias por tu comentario en mi blog... intentaré agitar bien fuerte los pies para salir a la superficie ;)
Me ha gustado mucho tu blog.... me gusta como escribes!
Besotes!
Bueno, entonces q pasón con Cenicienta y con Ximena??? No nos dejes así!
Besotes
Vas como una abeja de flor en flor... en una de esas te clava su aguijón una Alicia y te lleva a su país de las maravillas.
Bikos.
Gracias por tu visita a mi blog y bienvenido.
Un saludo.
bohemiamar.
Bueno, me ha encantado la historia de ximena, igual porque me resylta familiar y porque yo también hice periodimo... Tambien he sido cenicienta y he odiado a la gente que es tan feliz que la felicidad le escapa por los poros de la piel... en finm, que muchos besos diurinos paa disfrutar los nocturos...
que aún pueden iluminarse los ojos de alguien al hablar de otra persona. Que nunca eres tú. Que nunca soy yo........Que nunca eres tú. Que nunca soy yo ......... familiar.
Duele cuando se detienen los ojos entre tus letras soltadas así, como quien no quiere la cosa.
Existes y Excitas, además eres un encanto dentro y fuera del blog...y si, también me gusta como lo haces, como escribes ;)
Besos, besos, besos
No estás comprometido, luego no eres un canalla y me gusta como hablas de las mujeres de tu vida. Respetas q alicia ame a su marido y te retiras galantemente, tu comportamiento es cabal y justo. Seguro q un día serás el marido de la alicia de turno y te brillarán los ojos sin pensar en qué te habrás perdido, porque sabes aprovechar lo que la vida te ofrece en cada momento.
Puede q tengas mas d una alicia... quien sabe? nunca nos enteramos d esas cosas hasta q es demasiado tarde
Lo unico q espero es q no pilles una orquitis x culpa d carla
Un besazo
Feliz Navidad y un año venidero lleno de bendiciones y éxitos para ti...pase por casa...
Un abrazo desde el fin del mundo...
Seguiremos atentos a la historia... que no tarde el próximo capítulo!
Salud!
Bien escrito, sí señor.
aunque escribes más bien poco no?
Zapatos de cristal...aún crees en los cuentos?
felices fiestas y un buen empiece de año besines dulkces desde mi lar
Joer... casi un mes sin decirnos nada!!!
Venga! Te dejamos que acabes de pasar las fiestas, pero luego escribenos algo, vale???
Mil besos y feliz año!
Bueno, bueno, supongo que todos sabemos que los zapatitos de cristal los llevas tú, ¿no?
Feliz Navidad (con un ligero retraso) y feliz Año Nuevo.
Besos con espumillón.
FELIZ AÑO, chico encantador. Que tengas una noche vieja, tan buena como la víspera de navidad...y que todos, todos tus deseos (tambien los no carnales) se cumplan.
Un besito en tu boquita.
mmmmmmmm feliz año....
actualiza!!!!!!!!!!
mmmmmmmm feliz año....
actualiza!!!!!!!!!!
Solo saludar y decirte que me encanta lo que escribes y como lo haces.
Feliz año nuevo.
Cada día me sorprende más lo bien que escribes, que me dejas sin palabras. Buen lugar La Bardemcilla para tomar una copa de buen vino blanco, o rosado si nos ponemos.
Feliz Año 2007 y que todo te vaya como tú lo desees en la vida.
Es una lástima abandonar después de tu esfuerzo por procurarte lectoras...
Aunque quizás no fueran lectoras lo que buscabas con tu blog. ;)
A parte del contenido, me gusta la forma.
Qué lujo escribir asi, cotidiano y detallista.
Gusta, gusta!
oye hoy votado pero por el morro no... hay que mojarse y alimentarse que no sólo de café vivimos las mujeres, aunque sea en verano y tan helado... ;)
bss
Ya sé q vengo tarde,, pr al menos he venido.. la pregunta es y tú donde estás?? jajaj Oye yo tb soy una cenicienta pr casi nunca vuelvo a las 12, más bien pierdo los zapatos... besoss
¿No piensas contarnos el final?
Dos mil siete besos a repartir entre tus mejillas y la punta de tu nariz.
Gracias por tu visita. Me gusta mucho tu blog! Está genial! Un saludo y hasta siempre.
Dios!!!!
Como se consiguen 74 comentarios???
Me he pasado por aqui para dejarte el 75...gracias por tu visita, si me lo permites volveré..
Besos
ejem.... resulta que he releido tu comentario en nuestro blog y he tenido que tragarme la borderia que espontaneamente he vomitado en tu blog. Rectifico y te doy las gracias por visitarnos. No estamos muy bien del tarro ni sabemos loque decimos ni a donde vamos, pero el caso es que aqui estamos.
besotes humedos
Os necesito
Genial
gracias por contemplar la aurora , espero verte de nuevo.mis besos para ti
pQ tenemos la manía de creer q lo q se escribe es real
Por eso tenemos imaginación, que mas da si existen, existe o no
Lo importante es leer
muakkkk
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